(Por primera vez esta publicación)
(En homenaje al Pueblo joven donde crecí)
(Y dedicado a alguien como yo...)
Cielo azul,
De vuelta estoy aquí
Mi cuerpo extenuado
de camino y travesía
Ha venido a reposarse
sobre tus praderas
Cual triste paloma en
vuelo
Hoy se eleva por los
aires
En un afán de
inocencia nostalgia y recuerdo…
Cielo azul,
De vuelta estoy aquí,
Como al principio,
Como cuando de
niño te esperaba
Sentado en algún rincón
de tus calles
Abrazado firme a mis rodillas…
Tiritando de frió,
Solía contemplarte
Solía contemplarte
Mientras tú me consolabas desde el clamor de mi
soledad…
Recuerdo que desde
tus quebradas
Solía ir en busca de tus avecillas
Cuan honda aferrado a mis manos…
Cruzaba largos
caminos,
Haciéndome soñar con un verdadero mañana…
Sueños que tan pronto
se tornarían
En una constante de ilusión…
Como olvidar a los
amigos de la infancia y del colegio…
Cuando al cerrar la
tarde nos reuníamos todos,
Blancos, negros e indios de mi sangre…
Para jugar a lo que más
sabíamos…
Como olvidar los días
de trompo y guaraca…
Los días de fútbol con
pelotas de trapo y a veces de cuero…
Entre arcos de dos
piedras,
Y entre cancha
de polvo y arena…
Como olvidar la deliciosa comida de la abuela…
La precaria escuela…
Y las llamadas de
atención de mi maestro…
Los carnavales de
febrero y los vuelos de cometa…
Como olvidar la carpintería de don Aranda,
Y mi faena de carpintero…
Recuerdo cuando me agazapaba bajo la luz de la luna…
De entre tus solitarias
y verdes calles….
Que después murieron por ausencia y olvido…
Estoy aquí, otra vez…
Respirando la
simplicidad de tu cielo…
Como cuando de niño
me preguntaba en las noches…
Si aquel azul
del cielo era tan azul, al azul del mar…
Yo recorrí por estos
lugares…
Un mundo cargado de sueños y de ilusiones…
De alegrías, amarguras y tristezas…
Sembrando en el
camino,
Lágrimas de amor…
Y en cada piedra un corazón.
Sembrando un amor tan
puro y tan mío…
Y tal vez fui piedra del camino…
Pero piedra pensante, sensible, sentimental.
Que amé tus añoradas
calles
Hasta querer abrazar
con mi alma tus esquinas…
Confidentes de mis secretos…
Cielo azul,
Yo conocía del mundo
Solo este valle que Dios
me concedió…
Tan de mi ser, tan de
mi vida…
Y más allá de toda
carencia y austeridad…
Yo fui feliz.
Pero después de un tiempo,
La vida me arrancó de sus suelos
Desterrándome a
caminos Fangosos
De incertidumbre y perenigración…
Donde con los inventos de la ciencia y la modernidad,
Mis ojos se cegaron, se prostituyeron…
Ambicionando de este
mundo globalizado
Otras tierras, otros
mares y otros cielos…
Desde entonces de latido
en latido
Llora mi corazón.
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Nota del autor:
Cada vez suscitan hechos y acontecimientos lamentables en el mundo,
y cada vez se ve reflejar en los rostros de la gente mucha
tensión,
cierta amargura, sufrimiento y dolor…
El mundo está mas convulsionado que antes...
La incertidumbre y los
conflictos en muchos Países aún continúan...
y las guerras también…
La violencia y la criminalidad en todos sus niveles van en aumento…
hoy muchos jóvenes y niños cada día desertan las escuelas y se pierden…
viéndose truncados desde niños su futuro y porvenir…
Cada día se viene apagando la luz de los valores...
y hasta se a perdido el respeto y la misericordia por la vida.
Muchos de nuestros jóvenes incluso no conocen el real significado de la piedad...
"Bendecido el pueblo que hallare la
paz, y de aquel que hallare paz en el corazón".
Alguna vez, cuando fui muy joven intente muchas veces,
una y otra vez,
Con mis fuerzas encontrar paz en mi corazón...
Y casi nunca lo hallé…
Es cierto que muchas veces mi corazón se quebraba fácilmente...
Hasta que alguien, me invitaría a escudriñar la Biblia,
y desde aquel día pude conocer
y saber de Cristo Jesús…
y pude adquirir un nuevo estilo de vida.
La biblia, lo llevo hoy conmigo como mi mejor arma y escudo…
y como bello instrumento de sabiduría y de inspiración,
que hace que conozca más de
Jesucristo,
y aprenda más de la vida…
y aprenda más de la vida…
Como un alumno que trata de aprender...
Como aquel niño que empieza a estudiar el nivel inicial...
Y cuando de pronto me doy con la linda sorpresa,
que no solo encuentro gozo,
si no también encuentro amor,
y también
encuentro paz…
Hasta pronto y Bendiciones...
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Jeremías: 33, verso 3:
Clama a mí, y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas
que tú no conoces.
Mateo: 24, verso 35:
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
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