(Solo para alguien como yo)
Recuerdo una vez cuando era joven y regresaba a casa de ver
una película…
Iba en el metro…
Había una chica sentada frente a mí…
Y llevaba un vestido todo abotonado que le subía hasta la
altura del cuello…
“Era la chica más hermosa que había visto”…
Yo era tímido y,
cuando me vio desvié los ojos…
Y después cuando volví a verla ella desvió los ojos…
Llegué a donde debía bajarme y me bajé…
Las puertas se cerraron y cuando el tren empezó a caminar…
Se volvió hacia mí…
Y me brindó una sonrisa hermosa…
Fue horrible, yo quería
abrir las puertas…
Volví cada noche a la misma hora, por dos semanas…
Pero nunca apareció…
Eso fue hace treinta
años…
Y no creo que haya un día que pase, en que no piense en
ella…
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Esta película Estadounidense y que se los recomiendo, de genero drama romántico, fue
lanzada en 1993, indudablemente obtuvo innumerables criticas, una de ellas
debido al argumento que tuvo, toda vez que trata de un maduro multimillonario
John Gage, (Robert Redford) que al conocer a una hermosa mujer Diana Murphy,
(Demi Moore) queda maravillado por la belleza de esta joven; a tal punto que en
una ocasión cuando Diana Murphy, y su esposo David Murphy (Woody Harrelson)
acuden a un casino con el propósito de ganar dinero, ya que ambos esposos
atravesaban por momentos difíciles, la suerte le fue esquiva en dicho juego; no
obstante John Gage, obsesionado por Diana Murphy, le haría un ofrecimiento o
una propuesta a David Murphy, que
consistiría en darle la suma de un millón de dólares, a cambio de
pasar la noche con su esposa; y aunque al principio dicho ofrecimiento o
propuesta fue indecente o indecorosa, incluso hasta cierto punto insolente y grosera; ambos esposos pensando
que con ese dinero solucionarían sus problemas, lo meditan y finalmente acceden
a la propuesta. Sin embargo, agravarían su relación matrimonial.
Cuando vi esta
película por vez primera, me llamó mucho la atención no por el argumento en sí
antes mencionado, si no por dos razones fundamentales de índole sentimental, y
muy poderosas:
1.- Por el poder del amor ante el dinero; que si bien el
dinero puede comprarlo todo, incluso para algunos hasta la felicidad; mas no puede comprar los sentimientos y el amor…
Haciendo un paréntesis para precisar, el dinero así como puede comprar cosas
materiales, también puede comprar voluntades (personas); lógicamente a quienes por
interés o por dinero puedan ser capaces de ligarse a otros y hacer vida en
común sin amarse. Pero que en definitiva, su amor y sentimientos le
corresponderá a otro (a).
En esta película, personalmente considero que John Gage, debió merecer el
amor de Diana Murphy, pero no fue así, algo que genera cierta desazón, toda vez que éste hizo lo imposible para ganarse el amor de aquella, al
tratarla siempre atentamente, valorándola,
siendo detallista y comportarse como todo un caballero, independientemente del
millón de dólares que había pagado para pasar una noche con ella; al final
Diana Murphy vuelve con su esposo David
Murphy, porque lo amaba, y John Gage, se da cuenta de esto, pues mas allá de haberla conquistado, y
haber acaparado la atención de Diana Murphy, en el fondo sabia que ella no lo amaba, y veía imposible obtener su amor y por
ende adueñarse de su corazón; por lo que finalmente sin ponerle trabas
la dejó que se marchara…
2.- Por el amor puro y bello; ese maravilloso amor que rompe
esquemas, traspasa fronteras, y hasta a veces se muestra misterioso como en
la escena propia del recuerdo.
Digo misterioso, porque si bien podemos dominar nuestros impulsos, nuestros actos y movimientos, incluso nuestra mente, y hasta nuestros
miembros, piernas y brazos, etc. Pero que
incomprensiblemente, a veces, no se
puede dominar la fuerza del corazón. Ese corazón que cuando elige, no existe nada ni barreras para
detenerlo, y cuando se le obstaculiza y aprisiona, que llora y sufre, y hasta
se rebela y enceguece…
Como ejemplo claro está este fragmento de la película- “escena el
recuerdo”, en que John Gage, recuerda
un pasaje de su vida, cuando fue flechado por una hermosa mujer cuando viajaba
en el metro:
Había una chica sentada frente a mí…
“Era la chica más hermosa que había visto”…
Y me brindó una
sonrisa hermosa…
Eso fue hace treinta
años…
Y no creo que haya un día que pase, en que no piense en
ella"…
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Palabras que expresan un sentimiento profundo, con sabor a poesía y aroma romántico, que abre la tesis del amor a primera vista y por ende, "del amor platónico"…
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Palabras que expresan un sentimiento profundo, con sabor a poesía y aroma romántico, que abre la tesis del amor a primera vista y por ende, "del amor platónico"…
Aquel amor inalcanzable, bello, puro y perfecto,
aquel amor que no admite errores ni imperfectos...
y que vive y aflora en sueño profundo de una gran cantidad
de mortales...
de mortales...
Aquel amor, que solo existe en el mundo de las ideas y de los sueños...
“Aquel amor que nunca
envejece”…
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