PARTE II ( En busca de Oxigeno)
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De pronto despierto no muy lejos de copérnico,
sin poder recordar el tiempo que había quedado inconsciente…
luego de haber recorrido extensas colinas desérticas,
de esta incógnita y peculiar luna desconocida,
“más
allá de los anillos de Saturno”…
existe un
mundo cuyo día dura 72 horas,
y la noche que es
aún más larga,
se tornan sobre uno,
como espectros gigantes de sombras oscuras…
Y como nunca siento tanto frio…
Como nunca siento el vacío
existencial - destrozo del alma…
al no encontrar vestigio ni
rastro de algún ser vivo,
recorro trastabillando de tumbo en tumbo,
cada lugar
fascinante…
ante el agotamiento del vital oxígeno.
Mi traje extravehicular que llevo puesto,
hoy tan solo es el vestigio de un traje espacial Emu,
endeble y deteriorado…
En este mundo
desolado e impresionante,
mi ser empieza a drenar el extremo cambio de la presión atmosférica…
en el intento de encontrar un lugar donde perecer…
Y sobre un diminuto cráter me
recuesto,
con la mirada puesta al majestuoso y soberbio infinito,
como tratando de encontrar mi añorado
hogar,
donde alguna vez
fue mi cándido refugio.
Sufro cuando pienso que entre millones de estrellas gravitantes me encuentro,
a miles de años luz del firmamento,
a millones de años luz de la tierra…
Siento que a pesar de lo afortunado que he sido,
puedo deleitarme con lo grandioso y maravilloso
basto universo infinito…
nunca antes visto ni imaginado por
ningún ser humano,
en el increíble y sobrenatural “big bang” de tan explosión cósmica,
y bóveda del universo, hoy me encuentro,
donde bellas constelaciones de extraordinarias nebulosas habitan...
cuyos colores fascinantes deslumbran mi imaginación,
hasta el paroxismo por su majestuosidad,
un universo poblado de hermosas estrellas multicolores,
en medio de cuyas figuras vivas
indescriptibles, no es apto para el conocimiento humano…
De hecho, a veces creo,
que todo lo que estoy viviendo,
es tan solo un hermoso sueño digno de locos…
pero a veces pienso, que son producto de mis alucinaciones...
de mi propia fantasía...
Y sumido en mi propia agonía,
más allá de los anillos de Saturno…
mi alma va en busca
del tan preciado oxigeno…
en los momentos en que por mi mente se cruzan tantos recuerdos añejos…
me detengo sobre todo, en uno…
ante el recuerdo
cálido y sublime de un bello amor…
Puedo ver mis lágrimas levitar...
a borbotones en su esfumar, hacia lo infinito…
en
la medida de lo inconmensurable, preciado
y tan bello amor,
alcanzo a ver el vislumbrar de hermosas luces diáfanas,
rodeándome y abriéndose como portales frente a mí.
Y aquella luz indescriptible como llamándome,
se posa frente
a mi alicaído ser…
Entonces de pronto todo el universo se tornó en
una luz tan blanca reluciente,
que mi alma en su gravites, se desmayó ante el trance de lo absoluto…
apareciendo de pronto en otro mundo...
sorprendente y maravilloso…
y sumergido en un mundo distinto
al anterior, y al mío…
que de sus brillosos suelos, bellísimos diamantes,
en su fulgor, hacían destellar resplandecientemente como arco iris los horizontes...
Entonces me acorde de Copérnico,
en el deseo de que hallarlo, era vital para mí existencia,
era como tratar de recuperar mis
raíces del mundo donde provenía…
hallar a mi nave, también se tornó
en una prioridad para mi…
De pronto cuando mi cuerpo agónico y rendido empezaba a colapsar…
me refugié otra vez,
con la mirada
puesta hacia el universo infinito del basto firmamento…
donde repentinamente apareció desde sus nebulosas,
el rostro del más bello ángel,
al
llamado de mi balbuceante auxilio,
era el rostro más bello que jamás
pude ver…
Aquella que irradiaba
luz,
ella
que Irradiaba paz…
y
en medio de aquel inconmensurable
universo desconocido…
yo la
abrase con mi alma, sin pedirle nada a cambio,
en lo profundo de mi ser…
Entrelacé mis brazos con los suyos…
mi corazón con la de ella…
mas aquella sin decirme nada,
no se inmutaba ante mi llanto…
que me dejó quebrarme entre sus brazos,
quitándome el fuerte dolor de mis entrañas,
y con una mirada dulce indescriptible,
ella no cesaba de sujetarme candorosamente de entre sus brazos…
dándome finalmente lo que tanto yo necesitaba,
el tan preciado oxígeno.
Así, ella me devolvió la vida…
así fue que,
aquel bello ángel me concedió su amor...
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A
veces pienso,
que este extraño e insólito acontecimiento vivido,
es tan solo un bello sueño…
y a
veces creo,
que este hecho narrativo, sucedido a millones de años luz de la tierra,
se debe a las constantes alucinaciones, producto de mis delirios,
ante mi agonía.
déjenme,
que solo yo, soy el único que lo entiende...
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